Para las empresas multinacionales, retener a los empleados extranjeros en Estados Unidos más allá de las limitaciones de los visados temporales para no inmigrantes suele ser crucial para alcanzar los objetivos empresariales a largo plazo. Los visados temporales, como el L-1Las leyes de inmigración de EE.UU., por lo general, permiten una estancia máxima de seis o siete años, lo que puede no ser suficiente para los objetivos estratégicos de una empresa. Reconociendo el valor que los ejecutivos y directivos extranjeros aportan a la economía de EE.UU., la ley de inmigración ofrece una vía para que los empresarios estadounidenses patrocinen a estos empleados críticos para obtener la residencia permanente a través de la categoría EB-1C. Esto permite a las empresas multinacionales mantener la continuidad y estabilidad de sus operaciones en EE.UU., lo que es esencial para preservar el crecimiento económico y crear oportunidades para otros trabajadores estadounidenses.

El visado EB-1C: Una vía hacia la residencia permanente para ejecutivos y directivos de multinacionales

El visado EB-1C forma parte del sistema más amplio de visados EB-1C. Categoría de tarjeta verde EB-1 basada en el empleo y está específicamente diseñado para directivos y ejecutivos de multinacionales. Comparte similitudes con el Visado de no inmigrante L-1APor lo tanto, es una progresión natural para muchos empleados extranjeros que ya trabajan en Estados Unidos con estatus L-1A. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el estatus L-1 previo no es un requisito previo para presentar una petición EB-1C. Además, una Certificacion Laboral tampoco es necesario.

De forma similar al visado L-1A, un empleador estadounidense debe presentar la petición EB-1C ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) para patrocinar al empleado extranjero para un empleo permanente. Para ello, deben cumplirse varios requisitos fundamentales:

1. Cualificación del empleo en el extranjero: El empleado debe haber trabajado para una entidad extranjera vinculada durante al menos un año ininterrumpido en los tres años anteriores a su admisión en Estados Unidos.
2. Relación cualificada entre empresas: El empleador estadounidense debe tener una relación cualificada con la entidad extranjera, como una empresa matriz, una filial, una sucursal o una filial.

Principales diferencias entre la L-1 y la EB-1C

Aunque el EB-1C comparte similitudes con el visado L-1A, existen diferencias claras que las empresas deben tener en cuenta:

• Sólo puestos ejecutivos o directivos: El EB-1C está destinado exclusivamente a empleados con funciones ejecutivas o directivas, tanto en el extranjero como en Estados Unidos. A diferencia de la categoría L-1B, que permite empleados con conocimientos especializados, la EB-1C no da cabida a este tipo de funciones. Por esta razón, los empleados con estatus L-1B normalmente deben cambiar al estatus L-1A antes de pasar a la vía EB-1C. Este cambio debe producirse a más tardar seis meses antes del quinto año del estatus L-1B para dar tiempo suficiente al proceso.
• Se requieren operaciones establecidas en EE.UU.: El empleador estadounidense debe demostrar que ha estado dirigiendo activamente el negocio durante al menos un año antes de presentar una petición EB-1C. A diferencia de la L-1, que permite peticiones para operaciones de puesta en marcha, la EB-1C requiere una entidad estadounidense operativa y establecida.

Entender las funciones "ejecutiva" y "directiva

El éxito de una petición EB-1C depende de que se definan y documenten claramente las responsabilidades ejecutivas o directivas del empleado, que son interpretadas estrictamente por la normativa y la jurisprudencia del USCIS.

• Ejecutivos: Estas funciones implican dirigir la gestión de la organización o de un componente significativo, establecer objetivos y políticas, y tomar decisiones con amplia libertad, sujetas a una supervisión mínima.
• Gestores: Estas funciones se centran en la gestión de una organización, departamento o función. Los directores funcionales, en particular, supervisan funciones organizativas esenciales más que al personal, y su elegibilidad requiere pruebas detalladas de su control y antigüedad en la empresa.

La transición de la L-1A a la EB-1C

Para muchas empresas multinacionales, el EB-1C es el siguiente paso natural para los empleados que ya se encuentran en Estados Unidos bajo el estatus L-1A. Sin embargo, la transición de L-1A a EB-1C requiere una preparación cuidadosa y el cumplimiento de requisitos adicionales:

• Alineación de funciones: Las funciones del empleado en virtud de la L-1A deben coincidir con las funciones ejecutivas o directivas requeridas para la elegibilidad EB-1C. Cualquier desviación significativa en las responsabilidades laborales podría poner en peligro la petición.
• Documentación sólida: Los empleadores deben aportar pruebas exhaustivas de las cualificaciones del empleado, la estructura organizativa de la empresa y el ámbito operativo de la entidad estadounidense.

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